Después de muchos años soñando con este viaje, por fin lo hemos hecho realidad. A principios de mayo Hermogenes y yo pudimos disfrutar de tierras escocesas. Aunque en un principio no iba a ser un viaje ornitológico, terminamos dedicándole mucho tiempo.
Tras dos días recorriendo los callejones de Edimburgo y tras disfrutar de pubs y cerveza tradicional alquilamos un coche y empezamos nuestra ruta por las Highlands.
Lo primero que me sorprendió fue la densidad de córvidos en el campo. Las grajillas, cornejas negras y cenicientas, cuervos y las escasas grajas en España eran muy abundantes ocupando el nicho ecológico de buitres y carnívoros de mediano tamaño.
Avanzamos hacia el noroeste acampando al atardecer en uno de los tan abundantes "loch" de escocia. Por la mañana dimos un paseo por la zona pudiendo disfrutar de cisnes vulgares y barnaclas canadienses, escribanos palustres, bisbitas comunes y arbóreos, aviones zapadores... De repente una sombra se levantó de un posadero y pudimos ver la primera águila pescadora del viaje. También pudimos disfrutar de las primeras gaviotas argénteas y canas, es increíble disfrutar de bichos que no son muy abundantes en nuestro país!